Mayor participación femenina a la hora de votar

En las últimas elecciones generales se registró un 68% de participación, las personas empadronadas suman 3.516.275 de electores, de los cuales votaron 2.410.917, de esta cifra, el  69% corresponde al voto femenino (1.190.054) y el 67%, al de los hombres (1.220.863). Estos datos fueron proveídos por la Lic. Delia Mora, Directora de Informática, y Sonia Segovia, asesora del área del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).
 

Mayor participación femenina a la hora de votar

Esta diferencia en los porcentajes, se debería a que ““en las mujeres hay una mayor conciencia cívica por eso van en mayor cantidad a votar”, sostiene la Lic. Mora. Esto, a las claras, demuestra la conciencia cívica femenina a la hora de elegir una candidatura y el interés en participar activamente para construir una mejor democracia, el trabajo en el que se debería insistir es que las mujeres también se postulen en mayor cantidad y lleguen a los espacios de poder. 
 
En muchos casos las candidaturas femeninas se colocan en los puestos con menos posibilidades y por ello es imposible que entren, sí debe destacarse que hay algunas que saben negociar y se ubican en los mejores lugares, pero este tema es para otro reportaje.
 
Es importante mencionar que en la mayoría de los departamentos el voto femenino es mayor al de los hombres. Destaco  los lugares con la mayor participación  tomando los departamentos en donde hay más de 4 puntos de diferencia: Presidente Hayes 68% a 74%, Alto Paraguay 68% a74 % en ambos casos hay seis puntos  de diferencia, siguen en la lista Concepción 61% a 66%, Amambay 67% a72% son cinco puntos de diferencia y Canindeyú 64%  a 68% con cuatro puntos de diferencia.
 
Existen factores importantes que mencionar a la hora de hacer un análisis del por qué estas cifras incluso pueden ser mayores en cuanto a porcentajes en el interior del país, sobre todo en las zonas rurales llegar a los lugares de votación significan kilómetros de distancia y para las mujeres trasladarse con sus hijos e hijas es todo un problema, si sumamos a esto el mal estado de los caminos, el panorama se vuelve más complicado; entonces es más práctico que vayan los hombres a votar y las mujeres quedan al cuidado del que hacer doméstico. 
 
En el Primer cuadro observamos el cuadro con las cifras completas de participación por departamento, según sexo.
 
Es importante mencionar las franjas etarias de mayor y menor participación femenina. Las mujeres de mayor edad votan menos y las más jóvenes más, esto demuestra una cultura al voto mucho más elevado.
 
Las mayores cifras de participación se ven en las edades entre 18 a 24 años en donde los hombres votaron un 60% y las mujeres 65% son cinco puntos de diferencia, en la franja de 25 a 20 años 61% hombres y 66% de mujeres con cinco puntos también de diferencia y el de 30 a 34 años con 63% y 66%  son tres puntos respectivamente. En las edades siguientes también las mujeres votan más pero la diferencia es menor.
 
Las mujeres de mayor edad son las que votan menos, en estas posiciones los hombres llevan la delantera, en las franjas de 55 a 65 años y más los hombres demuestran una mayor cultura al voto.
 
Estas cifras son importantes para las candidaturas que se presentan, sobre todo para saber a quienes dirigir las propuestas y lo que deben ofrecer en las políticas públicas. En estas últimas elecciones la ciudadanía más  joven ha demostrado interés y esto se debe al trabajo que se viene haciendo desde las diferentes instituciones encargadas. Sigue teniendo una mayor participación la gente de mayor edad demostrando su cultura cívica y responsabilidad a la hora de la elegir a las autoridades.
 
En el segundo cuadro pueden notarse las cifras completas.
 
El Paraguay fue el último país de la región en conceder el sufragio a la mujer, cuando el 5 de julio de 1961, por Ley Nº 704 de "Derechos Políticos de la Mujer", se estableció que "la mujer tiene los mismos derechos y obligaciones políticos que el hombre. En virtud de dicha ley tiene derecho a votar en todas las elecciones, tanto municipales como parlamentarias y presidenciales, y a ser elegida en las mismas condiciones que el hombre, para cualquier magistratura y funciones electivas".
 
Desde este momento el derecho a votar y a ser elegida como representantes del pueblo es posible y con ello, se cumple con la necesidad de ampliar y dar calidad a la democracia, en consecuencia, la gobernabilidad democrática, con más razón al ser la mitad de la población de este país, corresponde igual representación
La participación de las mujeres debe comprenderse como la inclusión efectiva de mitad  del sistema político, en la representación y en la adopción de decisiones. 
 
CM
 
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Primer cuadro

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Segundo cuadro

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Lic. Delia Mora, Directora de Informática

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